lunes, 16 de septiembre de 2013

INJUSTA DERROTA EN LOS CÁRMENES (0-1)

Un error arbitral facilita la victoria del Español en un partido muy igualado.















Después de 74 minutos de partido, el aburrimiento copaba todos los rincones de Los Cármenes. Granada y Espanyol lo fiaban todo a una acción esporádica que les diese la jugosa recompensa de los tres puntos. Pero no contaban con la aparición estelar de Iglesias Villanueva. El colegiado gallego decidió acabar de un plumazo con el sopor, se sacó de la chistera una cesión inaudita de Fran Rico a Roberto y dinamitó Los Cármenes, que hasta entonces sólo había puesto cierto entusiasmo para dedicar algún que otro pitido a Dani Benítez, en horas bajas. Simao acarició la pelota y Lanzarote la envolvió con su zurda, superó la barrera y la colocó en la escuadra. 0-1.

El Granada se dejó llevar por la indignación con el colegiado y no encontró la forma de inquietar a Casilla. Sólo Riki, infatigable todo el partido, encontró un resquicio en el área para librarse con una genialidad de Raúl Rodríguez y estrellar su remate final en el palo. Ighalo se autoexpulsó en un suspiro con una protesta exagerada (82’) y el Granada, preso de la rabia, dobló la rodilla y entregó el partido.

El Espanyol encontró oro en esos ocho minutos frenéticos en los que se decidió el choque. Antes apenas hubo partido. El tedio reclamó su cuota de protagonismo y se adueñó del encuentro. Alguna que otra subida con intención de Fuentes y un error garrafal de Casilla que no fue gol de milagro se colaron entre los bostezos. Riki no paró de correr y tirar desmarques sin éxito y Buonanotte dejó algún que otro detalle de su talento. Muy poco más.

El orden es uno de los principios fundamentales que rigen los manuales de Alcaraz y Aguirre. Y así fue hasta que el show de Iglesias Villanueva ocupó el centro de la escena para hacer saltar las pizarras por los aires. Granada clama. Aguirre y su Espanyol suman y siguen. Ocho de doce y creciendo.






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